1.27.2008

Patrocinio en la F1

El otro día en Cheste tuvo lugar la presentación de algunos coches de Fórmula 1 de esta nueva temporada. Si en las competiciones deportivas la publicidad es importante en las de motor más todavía. Ya que en estas la única fuente de ingresos importante que tienen las escuderías son los patrocinadores. Y como la Fórmula 1 es el deporte más caro del mundo los patrocinadores no se contentan con poner una pegatina en el coche de su escudería, si no que organizan actos de relaciones públicas en cada carrera. Pero esto no era una carrera, era una presentación, con lo que más importante era todavía agradar al público presente y a la prensa.

Y es que en estas ocasiones si algo sobra a parte del desmesurado ruido son los logotipos. Están por todas partes. En los competidores, en sus coches, en el vestuario de cualquier miembro de los equipos, en las vallas, en los vasos y servilletas, en el safety-car, en las banderas de los espectadores, en el merchandising de las tiendas, en las pantallas gigantes, en la megafonía, en la ropa de las azafatas, en los paneles de fondo de las ruedas de prensa, en el podium, en el panel de fondo del podium, en los propios espectadores. Se podría decir que es como si se compitiera dentro de un anuncio publicitario.

Los patrocinadores deben por tanto rentabilizar su enorme inversión al máximo, además de hacerse destacar entre tanto anunciante. Por eso realizan actos de relaciones públicas. Alquilan uno de los reservado vip del palco. Habitaciones bien acomodadas con su propia barra de bar, armario, neveras, almacén, televisor, y con grandes ventanales para poder disfrutar de la carrera desde dentro, sin tener que pasar frío o calor, pudiendo hablar tranquilamente con sus compañeros ya que están insonorizadas, dentro de lo que cabe, y con acceso a su propia zona de gradas. Además las personas que poseen una entrada vip también tienen su parking privado, el más próximo al recinto y una entrada propia por la que no tienen que hacer colas y una guapa azafata te acompaña a tu reservado. Si tu entrada vip es de las mejores también puedes pasear por la zona de boxes, ver los talleres de las escuderías, sus entrenadores mecánicos, etc.

¿Y por que estas marcas se gastan más dinero todavía en mimar tanto a las personas a las que le hacen entrega de la entrada vip? Muy fácil. Estas relaciones públicas buscan mejorar la imagen de la marca no respecto a los últimos clientes, si no respecto a las empresas que colaboran con ellos y les proveen o consumen sus productos o servicios, o incluso sus propios trabajadores. Imaginaos, tienes una empresa de electrodomésticos, y uno de tus principales clientes es patrocinador de Fórmula 1. Y te guste o no te guste ir un día a una de las carreras con una de esas entradas y acompañado del patrocinador es inolvidable. Aunque no te quite el sueño que Fernando Alonso haya estado a punto de ganar el mundial por segundo año consecutivo estar allí es increíble. Y si te hace partícipe de esto un cliente, después será el cliente al que antes le llenarás la boca cada vez que te pida algo. Le tratarás estupendamente. Tu imagen de esa marca aumentará por que ves lo bien que trata a sus proveedores.

Los patrocinadores también hacen actos de relaciones públicas con el público. Realizan juegos, sorteos, concursos, dan regalos, etc. Lo más usado es colocar un stand en un punto estratégico para dar regalos por darse de alta en su club o algo así parecido. Recoger datos para luego enviarles publicidad, invitaciones a futuros actos o simplemente para informarles de sus espectáculos de motor favoritos. Es curioso por que todos estos actos de relaciones públicas van acompañados de guapas y exuberantes azafatas, sea cual sea el acto. Y es que es comprensible. La persona que se traga una hora y media de cola para llegar al circuito, que se apelotona con varios miles de personas en unas gradas de hormigón sin asientos y sin techo, se gasta 100 euros e ir a ver un trozo de circuito por el pasan coches a toda pastilla describiendo el mismo trazado hasta un total de 70 vueltas, y se vuelve a comer otra cola de una hora y media es alguien a quien se le puede aplicar el dicho de “tiran más dos tetas que dos carretas”.


Y a cualquier cosa que anuncien le harán más caso si van enmarcadas con dos o tres macizas. Ni un solo azafato, ni nada. Los patrocinadores tienen muy calado a su público y saben llegar muy bien a ellos. Por eso se gastan estas cantidades en patrocinio, por que saben que su marca estará día sí día también en los ojos de su público objetivo, ya sea el día de la carrera, en directo o por la tele, en las fotos de la prensa, en los resúmenes deportivos, o en merchandising adquirido, por el cual también pagan una pasta para hacerles más publicidad.

Y es que es un deporte tan admirado por el público masculino que todo lo que se relacione con él se ve automáticamente impregnado de sus valores, como son el prestigio, la competición, el afán de superación, codearse con los mejores, sentirse campeón, etc. Todo esto lo saben los patrocinadores y las marcas que tienen un público objetivo como este se llegan a pelear por ponerle su logotipo a uno de estos carísimos coches.

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